miércoles, 5 de agosto de 2009

LA LEYENDA DE LOS ANIMALES

Cuentan que en tiempos de los gentil runa(1) , el purun runa(2) , el arah runa(3), los cerros hablaban, los ríos cantaban lindas canciones, las sirenas tocaban instrumentos de cuerda, las vicuñas danzaban, los animales convertidos en humanos convivían y se casaban con las mujeres que conquistaban. Es así como la perdiz y sus hermanitas el quivio(4) y la codorniz, fueron Bellas Princesas que habitualmente rezaban oraciones similares al ángelus actual, enseñando a aquellos habitantes a orar a la caída de la tarde.

El cóndor un Bello Príncipe h’anah runa (5) , siempre vestido de impecable frac negro , con pañolón blanco al cuello, una boina a la cabeza para disimular su calvicie, en cierta oportunidad cortejo a una niña indígena que correspondía a su rango, haciéndola su compañera en quien engendro dos hijos, herederos al trono, que nacieron en el palacio del roquedal(6).


El Ccaq’ue (7) conocido como Sastre Pobre, de cuyo cuerpo hicieron habitat algunos bichos asquerosos, los cuales no contaban con economía para comprar ropa nueva y limpia, o por lo menos para lavar aquella ropa que llevaban puesta, asi el sastre muy rara vez confeccionaba ropa para la gente del pueblo; se dice que cierto día el Sacre (8) le llevo tela para que le confeccionaran un traje de novio. Como el cuerpo del sastre pedía a gritos ropa nueva, en lugar de confeccionar el vestido para el cliente, con la tela se hizo un traje, cuando concluyo la obra para disimular su tristeza, se mando a mudar llevándose consigo los trabajos encargados, a un lugar ignorado donde posiblemente se instalo, cuando el interesado encontró cerrada la puerta de la sastrería, los vecinos no pudieron darle razón alguna de la desaparición del sastre.


La Rana una señora de edad, muy estimada por la gente aun desde ese entonces, a la que con cariño llamaban Doña Maria, tenia una lavandería y de paso expendía chicha de jora, de vez en cuando se preocupaba de purificar el agua que tomaba el pueblo.


El Zorro un joven apuesto, bigotudo y barbón, enamorado por anto nomasia, de ocupación hipnotizador y muy cotizado por el sexo femenino. Apodado el Amigo, en sus correrías tuvo su tropiezo con una damisela, que la convirtió en pastor de alpacas y con el transcurrir del tiempo opto el oficio de abigeo, junto con su compañera tuvieron varios hijos.


El Mochuelo, la Lechuza , el Búho , que se desempeñaron como adivinos, curanderos, hechiceros y brujos que reveleban el futuro, como vaticinar las catástrofes, los eclipses, el deceso de los vecinos, las pestes, las enfermedades y otras calamidades, como la sequía.

El Oso Pardo un señor hacendado del monte, que comerciaba artículos alimenticios y medicamentos originarios de la selva, de gran demanda en la comarca, tuvo la suerte de convivir con una chica que murió muy temprano, dejando pocos descendientes.

El Martín pescador un caballero de buen porte, muy aseado, pulcro, dueño de una estación de piscicultura, se encargaba de proveer peces a la comunidad, tanto para la cocina como para la cría, el también contrajo matrimonio con una doncella aborigen.

El Sacre un joven trabajador, honesto cumplidor de su palabra, que le ofreció matrimonio a una joven bella de su especie, y que decepcionado al no poder contraer nupcias con su amada, debido a que el sastre no le entregaba su traje, por desesperación decidió auto eliminarse, ingiriendo un toxico de origen vegetal, evitando de este modo el sufrimiento moral y el ridículo por el incumplimiento de palabra empeñada a su novia, quedando de esta forma viuda la novia que permanece vestida de negro hasta el día de hoy.


El Águila un señor extraterrestre, muy admirado y apreciado por los terrícolas, por su belleza, su sapiencia y modo de comportarse entre los humanos, señor del h'anah pacha (9), respetado por todos.

El Zorrino , un joven minero, cateador de minas y de tesoros ocultos , un buscador por excelencia, que ha excavado miles de socavones buscando el oro, la plata, piedras preciosas, el platino, etc .




La Vizcacha, religiosa misionera de una orden desconocida, que posiblemente vino de otro mundo para evangelizar al purun runa, quien por primera vez vio a la religiosa misionera elevar sus oraciones al cielo con las manos en alto, a la salida del sol y al medio día.

El Gallinazo y el Cuervo que ejercieron el oficio de enterradores de muertos.


La Vicuña una señorita muy bella, de cuerpo esbelto, bien torneado, vestida con elegancia y decoro, de lindos ojos, oreja pequeña, cara redonda, nariz pequeña, cabello rubio, constantemente cortado, cuello ligeramente alargado, de andar con prosa, bien vestida, aseada y pulcra. Se dice que tuvo varios pretendientes, como el valiente Guanaco o el gallardo Pacocha (10) un joven apuesto, hijo del jefe de la tribu donde habitaban, pero que ninguno de estos pretendientes le cayo en gracia por lo que prefirió quedarse soltera.

El Perro, un hombre vago y ocioso, que todo el día dormía, y por las noches visitaba los hogares de sus vecinos para hurtarles algún animal domestico, como la Huallpa (11), el Catari (12), la Pacocha o alguna Llama, cuyas presas se los llevaba a su vivienda, una gruta solitaria y abandonada, para asi devorarlas con tranquilidad , por cuyo comportamiento despectivamente lo llamaron Alcco (13).


(1) gentil runa, habitantes anteriores a los incas
(2) el purun runa, hombres primitivos
(3) el arah runa, hombres cavernícolas, salvajes
(4) quivio, ave parecida a la perdiz o codorniz
(5) hanah runa, hombre que habita el espacio sideral
(6) roquedal, lugar abundante en rocas
(7) Ccaq’ue, ave de color plomo verduzco parecido al pavo
(8) Sacre, ave rapaz, variedad del halcón
(9) h'anah pacha, espacio sideral
(10) Pacocha, nombre con que se conocía a la alpaca en el Perú antiguo
(11) Huallpa, nombre quechua de la gallina
(12) Catari, nombre quechua del pato salvaje
(13) Alcco, nombre quechua del perro nativo y salvaje.
AUTOR: Miguel David Zapata Alvarez

1 comentario:

  1. felicitaciones señor Zapata,esta muy interesantes sus cuentos y narraciones qu son muy extraordinarias. La montera del Inca quisiera enviarlo para que lo publiquen en el diario los Andes.Espero su resp

    Marlene Ponze De León Chata

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